EXPOSICIÓN TEMPORAL

Pueblos Originarios: Dos Miradas

El trabajo de Verónica Mastrosimone y Esteban Widnicky nos presenta otra mirada sobre el mundo

El Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti, el MAPI y el CdF presentan la exposición «Dos Miradas» en el marco de Fotograma ’13.

UNA AFIRMACIÓN DE IDENTIDAD

Después de las campañas de exterminio de finales del siglo XIX, abundaron las fotografías de los pobladores originarios. La mayoría parecía justificar el sometimiento de esas culturas consideradas despreciables. Más tarde, los científicos fotografiaron cuerpos y acumularon restos óseos para proclamar lo que ya se quería decir antes de cualquier estudio, que estábamos frente a seres inferiores. Como lo muestra el trabajo del Colectivo GUÍAS, los orígenes de la ciencia argentina – del Perito Moreno a la creación del Museo de Antropología de la Plata- están teñidos de racismo.

Olvidando definitivamente las generosas proclamas de Castelli y otros pocos, un discurso celebratorio del genocidio – que incluyó los dichos de Sarmiento- dominó la escena. La campaña de Roca fue ensalzada junto a las grandes batallas que aseguraron la independencia. La cultura argentina osciló, desde entonces, entre el racismo más acendrado y las visiones moderadas que plantearon alguna forma de recuperación de las culturas indígenas, pero – salvo excepciones muy contadas- nadie se animó a cuestionar el exterminio de los pueblos originarios. Sólo en las últimas décadas del siglo pasado, comenzó a ganar espacio una visión crítica que llevó a tomar conciencia de esa tradición de racismo y a considerarla incompatible con una democracia verdadera.

Segregadas de la vida nacional, estas comunidades subsistieron y su presencia hoy nos interpela. La cámara estenopeica, herramienta simple para introducirse en la cultura de la imagen, permitirá a estos pueblos revelar sus propias fotos y constituir sus archivos, aportando a una afirmación identitaria que facilitará un diálogo entre las culturas. Lejos de aquella mirada de lo exótico, estas fotos tomadas por los mismos integrantes de la comunidad tienen un sentido diferente. El trabajo de Verónica Mastrosimone y Esteban Widnicky nos presenta otra mirada sobre el mundo, la morosidad de un registro sobre el que ya no podemos confundirnos: lo que los conquistadores del siglo XV al XIX leyeron como pasividad o abandono no era sino otro modo de entender la vida y la comunión con la naturaleza.

Estas fotografías constituyen una prueba más de la capacidad de revisar nuestra historia y del proceso de expansión de derechos que hoy vivimos los argentinos, aunque subsistan grandes deudas en relación con los pueblos originarios.

Eduardo Jozami Director Nacional del Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti